Antes era exclusivo de las grandes ciudades el uso de separadores de carril, a veces para crear un carril confinado dirigido a ciclistas, y en otras para dar paso a transporte público, en el caso de la Ciudad de México, el Metrobus; sin embargo, cada vez se ve más y más su uso en ciudades pequeñas, y en municipios con alta densidad poblacional ya que, sin lugar a dudas, los separadores de carril representan un excelente aporte a la seguridad vial